En España, la profesión de pastor ha sido tradicionalmente masculina, pero cada vez más mujeres se animan a dedicarse a este oficio. El programa Repor de RTVE ha visitado a algunas de estas divinas pastoras que cuidan de los rebaños con pasión y compromiso.
Una de ellas es Pilar, que vive en la Zona de los Picos de Europa y tiene 400 ovejas. Ella se encarga de todo: ordeñar, esquilar, hacer queso, vender la lana… Dice que le gusta su trabajo porque le permite estar en contacto con la naturaleza y los animales. Además, se siente orgullosa de contribuir a mantener vivo el patrimonio rural.
Otra es Ana, que trabaja en la Sierra de Guadarrama, en Madrid. Ella empezó como voluntaria en una asociación de pastores y se enamoró de esta actividad. Ahora tiene su propio rebaño de 200 cabras y forma parte de un proyecto de recuperación del pastoreo tradicional. Su objetivo es concienciar a la sociedad sobre la importancia de esta labor para la conservación del medio ambiente y la biodiversidad.
También está Rosalía, que ha tomado el relevo de su padre. Con 21 años tuvo claro que quería ser pastora al verse encerrada en la oficina donde trabajaba. Le encanta ver toda la vida de los animales desde que crecen y toda su evolución. Para Rosalía lo que más les une al campo son los años que tienen dedicados a ellos. Su aportación a la empresa familiar es el cuidado y mantenimiento de las Vacas Casinas.
En el pirineo de Lleida encontramos también un centro donde se quiere garantizar el relevo femenino mediante la Escuela de Pastores y Pastoras de Cataluña. Esta institución anima a las personas para que puedan encontrar su vocación en el campo.
Estas son solo algunas de las historias de las divinas pastoras que han decidido romper con los estereotipos y seguir su vocación. Ellas son un ejemplo de valentía, esfuerzo y amor por su trabajo. Con su labor, no solo cuidan de los animales, sino que también preservan la cultura, la tradición y el paisaje de España.
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